miércoles, 31 de octubre de 2012

LUIS VILA O EL EMBRUJO DE LAS SABINAS

RECONOCIMIENTO

    Si hoy por hoy hay un aficionado en nuestro país que sea una referencia en lo que a sabinas se refiere, este no es otro que Luis Vila. De sobras conocido entre los amantes del bonsái, tanto de modo individual como liderando su grupo de trabajo, el Tim Bonsái, ha dedicado la mayor parte de su vida como bonsaísta al cultivo y formación de esta especie tan apreciada por todos nosotros. La delicadeza, el gusto exquisito por el detalle, el saber respetar la naturaleza propia de cada planta, su capacidad para transmitir sus conocimientos y su cercanía son, sin duda, algunas de sus señas de identidad. Con motivo de ser uno de los demostradores invitados este año en el Concurso Museo Municipal de Alcobendas quiero, a través de la presente entrada, rendir un merecidísimo homenaje a una persona que, al menos para mí, es uno de los buques insignia en el bonsái español. Y, como no podía ser de otro modo, os presento un trabajo sobre una sabina que ha realizado, con el apoyo del resto de miembros del Tim, en la 8ª Exposición de Bonsái y Suiseki Ciudad de Santiago. Se trata de un material inédito, que tenía guardado desde entonces y que no había sido publicado. Os dejo con los detalles del mismo ¡ que lo disfrutéis !

LA PLANTA

    El ejemplar protagonista de la presente demostración, como ya había comentado más arriba es una Sabina rastrera ( Juniperus sabina ), propiedad de Alberto Baleato, quién la cedió para la ocasión. Os la muestro tal y como llegó al taller, antes de que Luis y el resto del Tim le "metieran mano". La foto que a continuación os muestro resultaría ser, finalmente, su parte trasera.


    Con esas ramas colgantes que lucía no se distinguía bien el tronco, pero apartando un poco la vegetación...


    La siguiente instantánea correponde a lo que luego había de ser su lado izquierdo.


EL ESTUDIO DEL EJEMPLAR

    Aunque al tratarse de un ejemplar pertenciente a uno de los miembros del Tim ya se traía estudiado de casa, siempre sucede que "in situ" se comenta algo más, detalles que decidirán finalmente la estrategia a seguir. En esta linea pudimos ver a Alberto, Luis y Xián debatiendo entre ellos, con la planta como protagonista.


    Finalmente se decidió modificar algo el ángulo de plantación, de tal forma que la sabina quedó dispuesta como sigue. Recordad que esta es la parte de atrás.


QUEDARSE SÓLO CON LO NECESARIO

    Las sabinas se caracterizan por tener una brotación en la que sus ramitas se disponen en ramilletes, con muchas de ellas saliendo del mismo punto. Debido a esta característica es importante realizar una entresaca de las mismas, con lo que facilitaremos la tarea de alambrado, provocaremos que llegue mejor la luz a las ramitas seleccionadas, la planta destinará todas sus reservas a las ramas que nos interesa y no perderemos el tiempo alambrando otras que luego nos van a sobrar y tendrían que ser podadas. Aquí ya Luis había tomado las riendas de la demo y estaba en plena labor de poda.


    Mientras Xián iba comentando los porqués de esta labor.


EL ALAMBRADO O EL TEDIO DE LAS DEMOS

    Tras la limpieza de ramas lo que sigue es, en mi opinión, la labor más tediosa de una demostración: el alambrado. Debe de ser en esta fase cuando se producen más deserciones entre el público asistente. Se trata de una operación necesaria, sin duda, pero que para el espectador puede resultar... ¿ aburrida ?

    Bueno el caso es que comenzó el alambrado y aquí tenemos a Xián colaborando en esta labor.


    Ya a cuatro manos.



COLOCACIÓN, MODELADO, ARTE...

    Una vez finalizado el alambrado llega el momento de la colocación de las ramas, de su modelado. Esta es para mí la fase más creativa, donde las ideas se transforman en realidades y en donde la calidad del trabajo puede llegar a considerarse arte. En esta operación Luis suele quedar sólo ante el peligro, se concentra sobre manera y poco a poco el matojo se va transformando en bonsái...bueno, al menos en prebonsái.



    Luís suele tomarse bastante tiempo en la colocación de las ramas, ya dije al principio que la meticulosidad es una de sus principales señas de identidad. Se lo piensa mucho, se toma su tiempo entre rama y rama y, cuando parece no tenerlo tan claro, saca uno de sus pitillos de liar y reflexiona mientras le da unas caladas. Luego vuelta al tajo, así hasta terminar la obra.

    Antes de dar por finalizado el trabajo se aleja para tener una perspectiva más global del resultado. No es la primera vez que, mediante esta maniobra, detecta algún  detalle que corregir, todo debe estar perfecto.


LA OBRA NUNCA TERMINADA

    Luis casi siempre recuerda, cuando ha terminado su trabajo de demostración, que "aquello" ha sido sólo el primer paso en la formación del árbol, que todavía queda mucho camino para poder ser considerado un bonsái y que el trabajo más importante es el que queda por delante: el cuidado metódico y el mantenimiento contínuo por parte de su propietario hasta alcanzar la meta. En muchas ocasiones han salido de las demos obras realmente prometedoras que luego, en malas manos, nunca hemos podido volver a ver transformadas en bonsái. Es por ello que a Luis tampoco le gusta arriegar en exceso por "quedar bien", de echo casi nunca alambra la ramificación más fina en el primer modelado, pensando siempre en la salud de la planta. Una lección que sin duda le ha dado la vida y algún que otro maestro de reconocido prestigio como Marco Inverzzi, quien siempre nos lo recuerda.

    La foto final de esta singular sabina la tenéis a continución; vista desde el frente.


    Muchas veces el conseguir un fondo adecuado para las fotos sólo es cuestión de echarle ganas, sin grandes aspavientos. Mirad sinó cual ha sido el "secreto" de la foto anterior.


    Una idea a tener en cuenta para quien quiera adoptarla.

    Y aquí termina esta entrada que, como dije, he querido dedicar a ensalzar un poco (seguro que menos de lo que se merece) la figura de Luis Vila, un gran maestro al alcance de todos nosotros. Quiero felicitarle también por sus logros, siempre fruto de un trabajo concienzudo y planificado, nunca improvisado, azaroso o relacionado con su poder adquisitivo. Nadie le ha regalado nada, todo lo ha conseguido gracias a su valía.

    Un saludo marinero a toda la "tripu".
    Juan Liñares

domingo, 28 de octubre de 2012

Fresa vestida de otoño

    Con varios frentes abiertos, pero sin terminar, no dispongo de material gráfico para poder redactar otra entrada "larga".

    A la espera de que ese día llegue saludo a la tripulación y os dejo con una imagen de una pequeña Fresa silvestre (Fragaria vesca), vestida para la fiesta del otoño ¿ Habrá alguien que quiera bailar con ella ?


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      La fantasmagórica imagen de la luna, reflejada en las profundas aguas oceánicas, le da un aire de ultratumba al horizonte. Los marinos, acostumbrados a la contemplación de esta espectral composición, descansan en sus camarotes ajenos a que en cubierta, en el interior de uno de los botes salvavidas, un joven polizón no ha podido controlarse y se ha ido por la pata abajo. Se irá curtiendo a lo largo de la travesía, no le queda otra.

    Un saludo a todos
    Juan Liñares

domingo, 21 de octubre de 2012

"FAT BOY"

PRESENTACIÓN DEL MATERIAL

    Sobre el protagonista de hoy ya había escrito en su día, no en vano se trata del boj que trabajé en el I Kingii Bonsái Trophy, hace ya año y medio aproximadamente. Debido a su característico tronco estuve dudando entre llamarlo "Barrigón" o bien "Fat boy", decantándome por este último nombre por parecerme algo más poético.

    Desde que se trabajó en el evento ya mencionado no se le había vuelto a tocar, por lo que el árbol se había desarrollado bastante, a pesar de su lentitud, necesitando una puesta a punto. Con la entrada del otoño me puse manos a la obra. El aspecto que presentaba antes de comenzar los trabajos os lo muestro a continuación, comienzo por el frente del árbol.


    Lado derecho:


    Parte trasera:


    Y, por último, lado izquierdo:


DESALAMBRADO

    Una de las consecuencias de descuidar un árbol alambrado es que puede llegar a clavarse el alambre, como ha sido el caso en algunas ramas.



    Cuando el alambre se ha clavado a este nivel, cortarlo no resulta tan sencillo. Yo simplemente desalambro, lo que requiere una cierta práctica a la hora de llevarlo a cabo, lo mismo que para alambrar.


     Al final los alambres extraídos reposan al pie del viejo boj, algunos de ellos, los más largos, se reutilizarán en posteriores trabajos. ¡ No están los tiempos como para desperdiciar nada !


UNA TAREA INDISPENSABLE

    Antes de comenzar con las labores más habituales de mantenimiento, en el caso de los boj es muy habitual que los encontremos cuajados de pequeños frutos.


    Como en el caso de los frutales al uso, es necesario proceder a eliminar estos pequeños frutos, a fin de evitar que continúen consumiendo energía del árbol. Para ello deberemos agarrar cada brote del modo que muestro, bueno al menos así es como lo hago yo.


    A continuación, con los dedos pulgar e índice de la otro mano, iremos arrancando los frutos de uno en uno. Por cierto, que en la foto que sigue sólo me veis trabajando con una mano, dado que con la otra sujetaba la cámara para hacer la fotografía.


    ¡ Pero ojo, que no se puede tirar de cualquier modo ! Para hacerlo bien deberemos de tirar del fruto hacia abajo o bien hacerlo girar hasta que se desprenda. Si tratamos de arrancarlo tirando de él nos llevaremos, en muchas ocasiones, hojas y puntas de brotes que no nos interesa eliminar.

    Se trata de una labor muy laboriosa, sobre todo si el árbol tiene ya un cierto tamaño y esta cuajadísimo de frutos, como el caso que nos ocupa. Así que no nos queda otra que armarnos de paciencia e ir sacándolos uno a uno. Y como todo tiene un comienzo, primero arrancaremos el primero...


...luego el segundo...


...y así hasta el infinito:



    Que no os parezca que este es un trabajo menor, lleva bastante tiempo dejar el árbol totalmente desprovisto de frutos. En concreto a mi me llevó cerca de tres horas el sacárselos todos...¡ y eso que conté con una eficaz ayudante !


    ¡ La niña de mis ojos no podía dejar a su papi sólo ante el peligro ! Por cierto, esta foto puede serviros para que os hagáis una idea del tamaño de la planta,que no es excesivamente grande, pero tampoco es pequeña precisamente.

ADECENTAR LA SUPERFICIE DEL SUSTRATO

    Como llevaba mucho tiempo sin que se le hubiese realizado ningún tipo de mantenimiento, sobre la superficie del sustrato se había desarrollado una gran cantidad de malas hierbas, sobre todo aleluyas, Umbilicus pendulinus y, lo que me preocupa más, Marchemia polimorpha, sinónimo de que el sustrato retiene bastante humedad. En el caso del boj no me preocupa tanto como en otras especies, pero sí se hace necesaria su erradicación.



    La superficie limpia, conservando únicamente parte del musgo preexistente, da otra sensación de pulcritud.



INUSUAL

    Al cultivar este boj en medio de otros ejemplares de la misma especie he podido constatar de que se trata de una variedad diferente a la de todos los demás. Es más, se trata de una variedad ciertamente singular, en la que sus hojas son mucho más estrechas que las normales. Además su coloración es de un verde más brillante, menos oscuro y con el envés de las hojas no tan blanquecino como en mis otros bojs. Fijaos en el aspecto normal de las hojas de un boj:


    Y mirad ahora la comparación con las hojas del presente ejemplar: arriba un ejemplar "normal", abajo "Fat boy".


    Al margen de esta característica también os comento que me da la impresión de que se trata de una viariedad que densifica mejor que las "normales". Al menos esa es mi impresión al compararlas con sus "vecinos de banco".

TRABAJOS EN LA MADERA MUERTA

    Sabido es que una demostración no es el mejor marco para trabajar concienzudamente un árbol. En el caso que nos ocupa se habían dejado algunos tocones sin trabajar, en los que todavía era visible el corte que se les había dado en el momento de su recolección del campo.


   En este caso he iniciado el trabajo de desvaste con maquinaria eléctrica, rematándolo con herramientas manuales para darle un aspecto mucho más natural.


    Por la parte trasera pude constatar que parte de la corteza se levantaba en una zona del tronco: 


    Era necesario eliminarla para comprobar cuan grande era esta zona muerta. Para ello, antes de empezar, dispuse unos trapos viejos sobre la superficie del sustrato para evitar que se cubriese de restos de corteza y madera muerta.


    Con una herramienta de corte, similar a un cuter, fui sacando poco a poco la corteza:


    Aun así, hubo un momento en que tuve que echar mano de una pistola de agua a presión para poder acceder a zonas en las que no era muy cómodo trabajar con la cuchilla. Al final la zona descubierta resultó ser bastante grande. Es posible que se pudiese realizar un vaciado de esa zona para aligerar el tronco pero, la verdad, este detalle que a continuación os muestro me parece muy bueno y me da pena eliminarlo.


    Por ello decido conservar esa zona tal cual, aunque el árbol haga honor a su nombre: "Fat boy".

CHUPONES

    El boj es una de esa especies que nunca se cansa de emitir chupones. En este caso tampoco iba a ser menor y algunos brotes emergían de lugares indeseados.


    Es necesario eliminar estos brotes en sus estadíos más incipientes a fin de evitar que tomen vigor, malgasten energía del árbol y luego, cuando se quieran eliminar, dejen grandes cicatrices en el tronco.


MUSGO COLOINZADOR

    Algunas zonas del tronco aparecían cubiertas de musgo, a veces a bastante altura, lejos de la base. El boj no se caracteríza por tener una corteza excesivamente rugosa, ni craquelada, pero en especies con cortezas más delicadas el musgo puede llegar a ser un problema. Es necesario eliminarlo cuanto antes.



DETALLES DE MEJORA

    Sobre la superficie del sustrato se ve una raíz cortada que no resulta nada estética:


    Esa raíz tiene muchas raicillas finas en su parte enterrada, por lo que no podemos eliminarla. Se debe disimular el defecto de una forma estética, arrimando algo de sustrato a la zona y cubriéndola de musgo.


    En la siguiente imágen podéis comprobar que la disposición del sustrato y el musgo sigue la caída de la propia raíz, a fin de hacerla pasar, si cave, todavía más desapercibida. Si la zona se trabaja formando una escalera el resultado es mucho menos creíble y estético.


    Cuando se trasplanta un árbol es necesario anclarlo bien a  la maceta. Para ello utilizamos alambres que sujetan el cepellón a los agujeros de drenaje. Lo ideal es que no se vean estos alambres desde el exterior, que queden enterrados en medio del sustrato. Sin embargo, en esta ocasión, había uno que sí se veía algo:


    Lo cortamos...


    Y el acabado ya se ve más profesional.


        De todos los chupones que habían surgido por el tronco conservé uno, estrategicamente situado, a fin de crear una pequeña masa de verde entre los dos grandes jines de la parte izquierda.


FIN DEL TRABAJO

    Para rematar el trabajo se volvió a alambrar todo el árbol, se eliminaron brotes y ramitas innecesarias, se trató la madera muerta con líquido de jin y se fregó la maceta. La imágen final es la que sigue: frente.


    Lado derecho:

   
    ¿ Pero como? ¡ Aquí hay algo que no funciona ! ¿ Sabéis de que se trata ?


¡ EFECTIVAMENTE !


    La copa se ve bastante aplanada en su parte superior así que...



¡ HAY QUE PONERLE REMEDIO



¡ TAQUITO DE MADERA VA... !

    Y la cosa ya cambia...cambia bastante   ¿ o no ?


    La primera rama trasera, situada en la parte inferior derecha de la foto anterior debe crecer y es posible que también en el futuro se tenga que acortar la longitud de la que tiene por arriba. De momento la he dejado así a la espera de cambiar el ángulo de plantado en primavera.

    Ahora vuelvo a mostrar el frente con la nueva inclinación:


    Lado izquierdo:


    Y por último la parte trasera:

    
    Hasta aquí el viaje de hoy, espero que lo hayáis disfrutado. La verdad es que le he dedicado bastante tiempo a la elaboración de esta entrada así que espero que, al menos, os resulte interesante.

    Un abrazo marinero a toda la tripulación.