lunes, 29 de diciembre de 2014

El Gonzal-ito

INTRODUCCIÓN

    Traigo hoy al blog parte de la historia de un pequeño Juniperus chinensis "Itoigawa". Se trata de uno de esos ejemplares importados que vienen sin terminar y que, por tal motivo, suelen resultar mucho más económicos para los aficionados. Desde que Gonzalo, su actual propietario, lo incorporó a su colección, ya le había manifestado que me gustaba el ejemplar. Hace ya de eso bastante tiempo, no recuerdo bien cuanto, tal vez dos años por lo menos. El caso es que en el mes de octubre me encargó que le hiciera un primer modelado fino, así que me lo hizo llegar a mi casa y me puse con él.

    Os muestro unas fotos del junípero antes de los trabajos:

Frente
Frente
Lado derecho
Parte trasera
Lado izquierdo
    Sobre todo en la zona de la base, la madera seca había comenzado a criar algo de verdín. Se imponía una limpieza a fondo antes de comenzar con el modelado.


    En algunas zonas las venas vivas habían engordado tanto que amenazaban con cerrar el shari que se había abierto en su día. En esta zona también era necesario actuar, haciendo más ancho el shari a costa de reducir la anchura de las venas vivas.



    Como medida de precaución no está de más, en los trabajos que van a generar cierta "suciedad", proteger el sustrato para que no se nos manche, así no tendremos luego que invertir más tiempo para adecentarlo. En este caso decidí flejarlo con un film para que quedara totalmente protegido.


   
COMENZANDO CON LOS TRABAJOS

    Antes de meterse en profundidad con el modelado de la copa había que realizar algunas tareas previas. Siempre es preferible dejar el modelado del verde para el final, de lo contrario corremos el riesgo de que se descoloque la vegetación al seguir trabajando en el árbol. En este caso comencé por pelar un trozo más de vena viva, de este modo también el shari ganaría en anchura. Además se crean diferencias de relieve que hacen que el resultado final sea más interesante.


     Naturalmente también procedía una limpieza general de la madera muerta preexistente y su posterior saneado. Aquí tenéis una pequeña muestra.


    Como se aprecia en esta fotografía, también la vena viva ha sido saneada. Una vez hecho este trabajo el ejemplar ya luce mucho más bonito, más limpio.




    No me convencía el ángulo de plantación del junípero, así que comencé a jugar un poco con él para ver que posibilidades me ofrecía...


    Una vez decidido por donde debería ir la nueva formación me encontré con una rama que, a mi entender, sobraba claramente. Cuando se trata de sacrificar ramas en un material como el que nos ocupa no es cuestión de precipitarse, hay que valorar los pros y los contras ya que, tras su poda, ya no hay marcha atras. En este caso las razones me parecieron bastante obvias:

    1) Ocultaba la visión de los jines, posiblemente ya trabajados en Japón, y que se situaban justo debajo de dicha rama.

    2) Su sacrificio aumentaba considerablemente el movimiento de la planta, lo cual me pareció mucho más interesante.

    Esta que toco con mi mano es la rama en cuestión:


    En esta otra toma el sacrificio de la rama ya había sido realizado:


    Naturalmente el corte se realizó dejando un pequeño trozo de la rama en cuestión...


...que más tarde sería transformada en un nuevo jin:


    Después de las anteriores actuaciones llegaba la hora de ponerse manos a la obra con el alambrado.
¡ Hay que ver con estos "itos", lo pequeños que son  y el tiempo que requieren para realizarle un buen alambrado ! Pero no queda otra que valerse de paciencia si queremos que el resultado final sea bueno y convincente. Tras algunas horas de trabajo el alambrado se termina y el aspecto de la planta, antes de colocar los pisos de follaje, es algo desalentador:


    No poco tiempo lleva también la colocación de la vegetación, parece fácil, pero se trata de un trabajo que ha de ser realizado de un modo muy meticuloso y meditando tranquilamente cada paso que se va a dar. El éxito del trabajo de pende de ello.

    Después de un  rato el encargo se ha terminado, sólo me queda mostraros el resultado final, ¡ aquí está !

Parte trasera
Parte trasera
Frente
Frente
    Un fotomontaje del antes y el después...


    Además de las fotos también os dejo un pequeño vídeo que hice cuando le fui a llevar el árbol a su propietario. Creo que le gustó.


            Hoy no quiero finalizar sin dedicarle esta entrada del "Cuaderno de bitácora" a Gonzalo, el propietario del bonsái, que confió en mí para la realización del modelado de su bonito junípero. Aunque él no es de ser muy expresivo, creí adivinar en su rostro una ligera sonrisa de satisfacción. Me he sentido ampliamente recompensado por ello. Espero también que el reportaje de hoy haya sido de su agrado y que signifique para él un pequeño aliento que le ayude a afrontar ese pequeño reto que tiene por delante. ¡Un fuerte abrazo compañero!

    Juan Liñares

martes, 16 de diciembre de 2014

Genuflexión

INTRODUCCIÓN

    El reportaje que os voy a mostrar hoy tiene como protagonista a un Pinus sylvestris, propiedad de mi amigo Yoyo Hernández, al que muchos de vosotros conoceréis por su participación en las redes sociales, por su blog "Y por lienzo...una maceta" o por su bonita colección de suisekis. El caso es que habíamos cerrado un trato por una pieza de su colección y el modelado del protagonista de hoy formaba parte del mismo. De este modo, aprovechando la celebración del Congreso Gallego de Bonsái, Yoyo cargó su furgoneta y, entre otros, no se olvidó de meter al pino. Aquí le podéis ver con él en una mano, como posando para la foto.


    Cuando le vi en esta fotografía, cogiendo el pino de ese modo, casi me da un ataque. Estuve en tris darle un tirón de orejas, más tarde me enteré que justo en esa zona el árbol tenía un tocón, procedente del recorte de una vieja rama, que ahora servía de asa. ¡ Por ahora se ha librado ! Siempre se debe evitar manipular los pinos asiéndolos por el tronco, a fin de evitar el desprendimiento de su delicada corteza.

PRELIMINARES Y ANÁLISIS PREVIO

    Una vez concluida la vorágine del congreso, ya en la tranquilidad del hogar, me tomé un tiempo para tirarle unas fotos al ejemplar. Son las que ahora comparto con vosotros:

Parte trasera
Lado izquierdo
Frente
Lado derecho
    Una de las cosas que más me gustaba de este pino era la gran cantidad de vegetación que tenía, toda ella muy cercana al tronco, lo cual, sin duda, es un caramelo de cara a conseguir un primer modelado vistoso.Cuando la vegetación se concentra en los extremos de unas largas ramas  el primer objetivo debería ser conseguir hacerla retroceder, lo cual ya nos puede demorar bastantes años. Una solución a la que se recurre frecuentemente es darle, a dichas ramas, un montón de curvas con el fin de acortar su longitud y conseguir acercar el verde al tronco. Esta es, de las dos, la solución  más rápida, pero también la menos buena. A los ojos de un experto no pasaría el "control de calidad".

    En la base del tronco se había desarrollado una espléndida mata de violetas silvestres, muy lozana y bonita, pero totalmente inoportuna en cuanto a su lugar de ubicación. Quizás por ser un recurso bastante utilizado, di por supuesto que se había dejado crecer para disimular algún defecto en la base del pino.


    Este, que ahora os muestro, es el resto de la vieja rama cortada de la que antes os hablaba. Todavía conservaba la corteza y debería ser trabajado.


    En él está anclado un tensor, que se había puesto con el fin de tirar de la primera rama hacia el tronco y lograr, de este modo, hacer la copa más compacta.



LA ACTUACIÓN

    Comencé el trabajo eliminando la violeta de la que antes os hablaba, así podría apreciar mejor la superficie del sustrato y valorar mejor las siguientes intervenciones a realizar.


    Ahora se podía apreciar, de forma más nítida, otro tocón en la base del ejemplar, del que no sabía si salían raíces por su parte inferior o no.


    Bajo mi apreciación el árbol estaba algo enterrado de más, por lo que decidí comenzar a eliminar parte de la capa superficial de sustrato. Al tratarse de un material tan suelto me bastó, al menos al principio, con utilizar una escobilla.


    Había un trozo de raíz algo grueso que sobresalía a varios centímetros de la base del tronco y del que sospechaba que podría estar conectado con el mismo, aunque no se viese hasta ahora.


    Se imponía por lo tanto sacar la cantidad suficiente de sustrato para ponerlo de manifiesto. Al final se consiguió.


     No es que sea demasiado estético, pero finalmente algo de nebari se ha descubierto y una buena cantidad de tierra ha sido eliminada.


   La elección del frente la tenía bastante clara, pero no así el ángulo de plantación, de modo que comencé a hacer diferentes pruebas en busca de la que más me convenciese.


    En la fotografía anterior se observa también como he anclado la maceta al banco de trabajo. Cuando la maceta está en un equilibrio inestable uno tiene que tomar medidas, siempre es mejor prevenir.

    Como lo que correspondía ahora era ponerse a sacar toda la acícula vieja antes de alambrar, primero me entretuve eliminando todas aquellas ramas que consideraba superfluas para el diseño que tenía en mente. Había una gran densidad de ellas, por lo que se imponía una selección. Además así evitaba pelar algunas que luego iban a sobrar ¡ trabajar inútilmente a ninguno nos hace gracia !. El suelo pronto quedó cubierto de pequeñas ramas.



    Con esta operación el pino ya había quedado más despejando, comenzando a aparecer espacios vacíos entre las ramas que se dejaron.


    Ahora sí estaba el árbol preparado para comenzar a sacar la acícula sobrante. Tras recoger del suelo las ramas que se habían eliminado, pronto volvió a cubrirse con un manto de pequeñas y verdes acículas.


    Dispuse un paño sobre la superficie del sustrato para evitar que muchas de ellas callesen sobre él directamente. Este detalle es muy importante ya que, de lo contrario, tendríamos que luego limpiar dicha superficie con la consecuente pérdida de tiempo que ello acarrea.


    Me llevó varias horas arrancar toda la hoja sobrante. A los que se os ocurra la pregunta comentaré que sé que podría haberlas cortado y terminar antes el trabajo, pero me gusta más el resultado que se obtiene arrancándolas, me parece más limpio y "profesional". Tras esta tarea el árbol sí quedó bastante más legero de copa, el viento volvía a colarse entre sus ramas y los rayos de Sol podrían calentar las yemas latentes del interior favoreciendo su brotación.



    A la vista de estas últimas fotografías se justifica un poco el título de esta entrada, parece como si el pino estuviese saludando de forma exagerada a alguien superior. Centrándonos en la última imagen, uno de los detalles que no me gustaban era el hecho de que el lado izquierdo de la copa caía totalmente perpendicularmente al sustrato. Supongo que mucha de la culpa de que el árbol adquiriese esa forma se debió al antiguo tensor, que todavía tenía cuando recibí el ejemplar y del que ya os hablé antes. Y la solución al problema provocado por un tensor sería colocar otro, pero de tal modo que hiciese el efecto contrario al anterior, levantando algo la primera rama, separándola del tronco y rompiendo un poco con ese lado recto y perpendicular de la izquierda.


    El acolchado de las zonas que van a soportar presión siempre se debe tener en cuenta, evitaremos así que se nos clave el alambre y nos provoque la aparición de feas marcas.

    Con sólo este detalle la forma de la copa ya cambió sustancialmente:


    A partir de aquí sólo quedaba meterle horas al alambrado y a la colocación de la ramificación. Este trabajo tenía un día de entrega fijado, por lo que hubo que apurar el tiempo al máximo. Así me vi obligado a trabajar de noche, ya que las horas del día no me llegaban...


...y también bajo la lluvia, contratiempos estos que no asustan en absoluto a la férrea voluntad de un viejo lobo de mar.


    Así, poquito a poco, el trabajo fue avanzando hasta llegar a su casi finalización. Unas tomas nocturnas en el mismo momento de terminar el modelado de la copa, ponen de relieve que el cambio ha sido importante y creo que para bien.



    Al día siguiente tendría lugar la entrega en el domicilio del propietario. Un viaje exprés Galicia - Asturias precedió a dicho momento. Os dejo un pequeño vídeo del instante en el que Yoyo volvía a reencontrarse nuevamente con su pino, esta ha sido su reacción:



    Una vez en Asturias tuve ocasión de realizarle una nueva sesión fotográfica, ya de día, y que ahora os muestro.

Lado derecho
Parte trasera
Lado izquierdo
Frente
    Pero el trabajo aún no estaba terminado, ya en casa de Yoyo todavía me entretuve un rato refinando los jines. No tengo fotos de ese momento, pero comparto con vosotros una fotografía que me envió el propietario y en la que se aprecia como quedaron. También se observa como, cumpliendo las instrucciones que le había dado, se cubrió la superficie con una capa de musgo que no sólo tenía un fin estético sino que, dado que se había eliminado una buena capa de tierra superficial, había que proteger de algún modo las raicillas que quedaban a ras de la superficie.


    Creo que el resultado contentó a Yoyo, ¡ de hecho salimos a celebrarlo..y bien !


    La historia de hoy llega a su fin, espero que os haya gustado y entretenido un rato. Nuevas aventuras se intuyen por el horizonte, ¡ no faltéis, el capitán pasa lista !.

    Juan Liñares