miércoles, 18 de enero de 2012

El debutante

    Aunque a Víctor se le ve últimamente muy involucrado en este precioso "vicio" del bonsái jamás hasta ahora, o eso creo yo, había dado el paso de acudir a un taller con un árbol propio. Es cierto que había ido de "miranda" a varios, pero en esta ocasión le echó valor y se animó a participar de un modo más activo.

    Disponía de un pino de tamaño mediano que llevaba cultivando desde hacía ya un cierto tiempo. El ejemplar estaba perfectamente sano y había respondido muy bien a la recolección, cosa importante si no queremos poner en riesgo la vida del ejemplar. Las primeras fotos corresponden al antes, naturalmente, y las tomé cuando Marco comenzó a hacer un recorrido por los distintos árboles que iban a participar en el taller. La que os muestro en primer lugar es una vista lateral del árbol, concretamente desde el lado derecho.


    En la primera fotografía que tomé del frente ya se puede apreciar como Víctor le estaba comentando a Marco la historia del árbol y sus planes de futuro.


    En la siguiente foto de grupo se ve al maestro dándonos una pequeña charla sobre cuales eran las principales características del árbol, su virtudes y sus defectos. En esta introducción también nos comenta cuales son las principales posibilidades de diseño que le ve al árbol, con sus pros y sus contras. Luego deja que el propietario decida por cual de ellas se inclina ¡al fin y al cabo el árbol es suyo!.


    Esta es la base del árbol. Lo primero que toca es desprendernos de alambres y de gomas. Cumplieron su función en su día, pero ahora nos estorban y se deben retirar, aunque solamente sea durante el transcurso del taller.


        Aquí ya podeis ver la base despejada. Ahora ya se puede trabajar sobre ella...si se desea, claro.


    Bajo las indicaciones de Marco se comienza a enrafiar una parte de la copa que deberá ser doblada. En esta tarea Víctor ha encontrado un buen aliado: Antonio Piñero, más veterano en estas lides.


    Mientras Antonio coloca la rafia Víctor sujeta la maceta para que el árbol no se mueva tanto, a la vez que no pierde detalle del trabajo de su compañero.


    Una vez que la rafía está en su lugar le sigue el proceso de alambrado, que en este caso realiza el propietario.


    En la base del árbol también había que trabajar. En la siguiente ilustración se está saneando una pequeña parte de madera muerta, que ya poseía el árbol y que ha sido agrandada para crear un pequeño shari en la parte baja o tachiagari.


    Y así ha quedado la zona.


    En el proceso de detalle, también se creó un pequeño jin, que a la vez sirvió de punto de anclaje para colocar un tensor.


    Para finalizar, como siempre, os pongo las fotos del trabajo terminado.

 Parte derecha

Frente

Parte trasera

Lado izquierdo

    Bueno, pues esto es todo lo que tenía preparado para mostraros hoy. Espero que hayáis pasado un rato entretenido viéndolo. Un saludo y hasta la siguiente singladura.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena a Victor por la posibilidad de disponer de semejante equipo de colaboradores y maestro para progresar en esta afición.
    Saludos.

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  2. Gracias Juan por dedicarme este reportaje, ya sabes que cuando sea famoso serás el primero al que conceda una entrevista.

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