El trabajo que os traigo hoy tiene como protagonista a un Juniperus chinensis "Sargentii" de tamaño pequeño - mediano. Forma parte de una colección particular, cuyo propietario me encargó la puesta al día del ejemplar. Las instrucciones que recibí de él fueron claras: "Quiero que la copa termine en un ápice más estrecho, siempre me ha parecido un repollo y repollo sigue siendo". Bajo estas premisas no demoro más la presentanción del material para que os hagáis una idea de lo que su dueño quería decir. Basicamente, amén de haber perdido la definición de las masas de verde, la copa era demasiado chata, excesivamente amplia en su parte superior. De este modo el triángulo imaginario que debía describir, tenía los vértices poco marcados.
Frente del Junípero |
Lateral izquierdo |
Lateral derecho |
Parte trasera |
Vista cenital |
MANOS A LA OBRA
Cuando el árbol que se va a trabajar necesita alguna intervención a nivel de la madera muerta, simplemente se comienza por esa operación. No es buena idea, por ejemplo, andar tallando, pelando corteza, etc. una vez que la copa esta definida, ya que andaríamos manoseando y probablemente estropeando el trabajo realizado con anterioridad.
En este caso he tenido que realizar varias intervenciones relacionadas con el saneamiento de la madera. En concreto, las raíces aereas que se aprecian en la foto siguiente, estaban muertas.
Como no tenía sentido seguirlas conservando como estaban, se pelaron y redujeron en longitud, de este modo se aumenta su durabilidad al no tocar el sustrato.
La zona de debajo del jin, que os muestro en la imágen siguiente, estaba muerta. En este caso se iba a pelar dicha zona, creando una zona de madera más amplia en la que la base arrancaría con un shari que luego conectaría con ese jin.
Otros jines de la parte superior, necesitaban también de una intervención. Los cortes que se dejaron cuando se crearon todavía no habían sido refinados.
Al margen de las distintas intervenciones a nivel de la madera, el punto principal a corregir era el ápice de la copa, no en vano esa era la gran preocupación de su propietario. En la foto de detalle se puede apreciar su "no forma".
Evidentemente otra tarea a acometer y que no se podía dejar sin realizar, era la limpieza de la vena viva. Tras su puesta a punto y la de la madera muerta, el aspecto del árbol ya lucía de otro modo.
Un detalle de la base, donde se puede observar la incorporación de las raíces aereas a la madera muerta.
Ahora había que comenzar con la fase de alambrado, sin duda la más tediosa en la formación de un bonsái. En este caso nos encontramos con un ejemplar que tiene una marcada tendencia a formar ramilletes en forma de pompones, lo cual no facilita demasiado el trabajo.
La primera rama de la derecha, que desciende de un modo acusado, es también la primera en recibir el alambre, en este caso de cobre. Siempre lo uso de este metal para el modelado de los Juníperos y de los Pinos. Me gusta especialmente para estas Coníferas. En otras, como el Tejo, prefiero el aluminio.
Poco a poco se completa el alambrado de todo el árbol. La imagen de abajo muestra al árbol una vez terminada dicha operacion. Naturalmente las ramas aún no se han movido, no se ha modelado ni definido ninguna capa.
Visto desde un lateral el árbol caía hacia atrás en su parte superior. Tenía un buen arranque, pero tras la primera curva a la izquierda el movimiento del árbol se escapaba hacia la parte posterior.
Para solucionar este efecto, se varía algo el ángulo de plantado. Con ello se consigue un árbol un poco más alto, pero con la segunda parte del tronco sin caída hacia atrás.
Siempre incido mucho a los aficionados con los que trabajo, sobre la gran importacia que tiene definir bien los perfiles inferiores de las ramas. Debemos de crear volumen, pero siempre hacia arriba y hacia los laterales. La parte de abajo de las ramas debe quedar limpia, sin brotes dirigidos hacia bajo, sin hojas. Se debe poder observar la distribución de la ramificación si se desea, sin estorbos de ningún tipo. En este caso había mucho que limpiar.
LA RESOLUCIÓN FINAL
La definición de las masas se ha realizado de forma concienzuda, no en vano ha demorado durante varias horas más la finalización del trabajo. Poco a poco se fue creando una nueva imágen para este árbol, una imágen que fue captada a primeras horas de la mañana, antes de ser entregado, de nuevo, a su propietario. La rama colgante se ha subdividido en 5 capas, aunque no todas se aprecian en la fotografía rompiendo, de ese modo, con su antigua pesadez visual, originada al ser tratada como una masa única.
Frente final del árbol |
Cuando estaba fotografiando la parte trasera de la planta, los primeros rayos de Sol de la mañana dibujaron una bonita silueta sobre la pared que tenía como fondo. Me pareció una imágen curiosa, por lo me pareció muy adecuada como imágen final de esta entrada. La comparto con vosotros.
Tres cuartos de hora más tarde su propietario recibía de nuevo su bonsái. Quiero imaginar que le gustó, al menos la cara de sorpresa cuando se lo entregué lo decía todo. Sólo pudo soltar una exclamación: "Se acabó el repollo".
Espero que os haya gustado esta nueva travesía por los mares del bonsái. Os espero en la siguiente aventura, ven, ¡enrrolate conmigo!.
Juan Liñares