sábado, 11 de febrero de 2012

Entubado

    Cuando hace cuatro o cinco años decidí comenzar a cultivar un Chaenomeles dentro de un tubo, mi idea sobre el futuro del árbol difería bastante de como finalmente se han desarrollado los acontecimientos. En un principio creí que esta era la mejor manera de conseguir uno de esos ejemplares con unas raíces largas, aéreas y que tanto llaman la atención. Se tataba de que, aprovechando la longitud del tubo, las raíces crecieran mucho en longitud. De este modo el pequeño Chaenomeles se fue desarrollando todos estos años. Cada invierno lo podaba a fondo y cada primavera crecía más. Llegamos a la actualidad con el aspecto que os muestro a continuación.


    El pasado fin de semana, mirando de reojo la planta, me dí cuenta de que ya había pasado bastante tiempo desde el comienzo del proyecto. Se imponía una actuación, así que sin vacilar arranque el ejemplar del suelo, hasta donde ya hacía tiempo que habían llegado y proliferado sus raíces. Una vez en la carretilla podéis ver como salen, por el fondo del tubo.


    Aquí lo tenéis en un plano más cercano.


    Al extraer el árbol del elemento que le había servido de carcasa, lo que me encontré fue esto:


    La tierra del cepellón se eliminó bajo un buen chorro de agua. Con las raíces ya limpias el plantón presentaba este otro aspecto.


    Fue en este momento cuando decidí cambiar los planes que tenía para la planta. Si bien es cierto que se podrían desenredar las raíces, eliminar las sobrantes, darles forma e incluso, si se considerase oportuno, ajustar una piedra, finalmente decidí efectuar una poda drástica de las mismas, el motivo: había vislumbrado una buena base para hacer una pequeño sohin. Así que, sin vacilar, recorté mucho el cepellón.


    Más cerca.


    Naturalmente la poda no se podía reducir a la parte subterránea, era necesario también darle un buen trasquilón a la parte aérea. De este modo el tamaño del árbol quedó reducido a una décima parte de lo que era inicilmente.


    Había alguna raicilla que se escapaba un poco...


...por lo que enrrollé un alambre de aluminio para conseguir su acercamiento al resto del cepellón.


    Lo que siguió es lo de siempre: seleccionar una maceta, colocarle una rejilla, crear una capa de drenaje en el fondo de la maceta y plantar el árbol, en este caso en akadama con un poquito (muy poquito) de turba rubia. Os muestro a continuación las fotos finales, en las que podéis ver la planta desde distintos ángulos.




    Y este es el que, en mi opinión, puede considerarse el mejor frente.



    Ahora tendré que esperar para ver como brota. Mi intención es todavía reducir más la longitud de las ramas, pero tengo que esperar para ver por donde emite los nuevos brotes. Como podéis ver aun son demasiado largas, rectas y sin conicidad, sobre todo algunas de ellas. El tiesto está algo sobredimensionado y en el futuro seguro que será trasplantado a uno un poco más ajustado, pero de momento hay que darle "algo de cancha" para que pueda desarrollarse. En mi mente ya puedo ver, en el futuro, a este pequeño membrillero de flor formando parte de una composición de sohines, o bien ejerciendo el papel de planta de acompañamiento de un árbol de mayor tamaño. En la actualidad mide unos 20 cms. y espero conseguir mantenerlo, si me es posible, con esas proporciones.

    Espero que os hay gustado, un saludo a toda la tripulación y ¡ hasta la próxima aventura!.

                              

5 comentarios:

  1. Caramba.... yo ya me estaba imaginando una plantación bonita adosado a una roca, pero seguro que terminará siendo una gozada de arbol en sohin.
    Muy bonito.

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  2. Interesante trabajo, a cogido un buen grosor la planta. juan, ¿cuanto tiempo a estado en el tubo?.
    Saludos

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  3. BUenos dias amigo.

    Decirte que me gusta mucho tu blog, y en portal bonsai te sigo desde hace tiempo. FELICIDADES por todo esto, y por mostrarnos tus trabajos.
    Si quieres puedes echar un vistazo a mi nuevo blog, eso si, solo está en sus comienzos. gracias amigo.

    http://silvestrysbonsai.wordpress.com

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  4. Cyd, la planta llevaba en el tubo al menos unos 4 años.

    Yoyo, espero no haberme equivocado desestimando la opción más obvia, peor la verdad es que, como decía Don Camilo, el que no arriesga no gana.

    Alberto, gracias por la invitación, me pasaré por tu blog, seguro.

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  5. Muy interesante y un final inesperado para el pequeño. Gran trabajo!

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