sábado, 18 de febrero de 2012

Echándole valor

    Hay ocasiones en las que el primer modelado de una pieza supone tanto cambios estéticos ( obvio, pues para eso se modela ) como cambios importantes en sus dimensiones. A veces estos cambios vienen deteminados por la compactación de la copa, pero en otras ocasiones se produce por la eliminación de una parte importante, en cuanto a tamaño, de la misma. La compactación, tratando de conservar el verde casi en su totalidad, es una cuestión de técnica y, en ocasiones, de medios o de ayuda. El redimensionado por poda, sin embargo, tiene otras características diferentes: se necesita, sobre todo, valor y confianza ciega en que lo que se pretende hacer es la mejor de las opción. La historia de hoy discurrirá por una de estas dos vías.

    Me da a mi la impresión de que cuando Choumi acudió con su pino al taller con Marco, ya llevaba de casa una idea clara de lo que quería hacer con él. Se trataba de un ejemplar ligero, estilizado, de tronco fino y con las ramas concentradas en la parte alta. ¡ Vamos, un candidadto ideal para un bunjin ! En las siguientes imágenes os lo muestro a su entrada al taller, antes de que sobre el se cerniese la Ichiban de Marco.



    Esta otra fotografía nos muestra al pino un tanto marginado, sin que nadie le preste la más mínima atención atención; el protagonista todavía no era él...pero su hora también iba a llegar.


    Como siempre lo primero que ordenó Marco fue el descubrimiento de la base de raíces. Hay que ver de donde y como arranca el nebari para ver como nos influye en las posibilidades de diseño. Hay ocasiones en las que se llegan a modificar los planteamientos iniciales tras la aparición de una ¿sorpresa? enterrada, así que a Choumi no le quedaba otra que recolectar la abundante cosecha de hierbajos que, sobre la superficie del sustrato,  había proliferado.


    Un poco de paciencia y una pinzas fueron las herramientas que el compañero utilizó para ir "adecentando" la superficie.


    En estos momentos es cuando Marco se dirige a ti y te espeta algo como:

- ¡Hombres, esto no eh! Este trabajo hay que traerlo hecho de casa ¡Por favor, por favor!

    Una vez limpia la superficie el maestro comienza con sus explicaciones, comentándones un poco las características de la pieza en particular y de las posibilidades que él le ve.



    Armado con su inseparable Ichiban comienza a explicarnos, de un modo práctico, como se debería hacer  la limpieza del árbol.


    Al propietario se le plantean dos posibilidades para seguir adelante con el diseño: debe decidir si quiere reducir o conservar, dependiento de cual sea la opción el camino será diferente.


    Incluso algún atrevido, como nuestro ilustre y nunca bien valorado presidente, se atrevió a sugerirle a Choumi sobre cual debía ser el camino a seguir. Aquí parece estarle diciendo algo así como:

- Yo aprevecharía todas las ramas para crear una copa que vaya desde aquí hasta aquí.


    Sin embargo la idea del propietario iba por otros derroteros...


    Reducción drástica fue la alternativa escogida, entre otras razones porque el árbol se hace más manejable, gana peso visual el tronco, que antes parecía demasiado fino, y lo más importante, lo definitivo en boca su propietario:

- Mira Juan, con el poco tiempo del que dispongo para dedicarle al bonsái, un árbol con una copa pequeña me da mucho menos trabajo a la hora de realizarle el mantenimiento.

    Pues sí, viéndolo desde ese punto de vista, sí tiene razón, aunque la verdad es que el aspecto del pino tras la poda parecía bastante desangelado.


    A alguno de los asistentes incluso se les esbozaba en el rostro una sonrisa malévola, como pensando:

- Acaba de "cagarla", a ver ahora como "coño" arregla el entuerto.


    Sin embargo quien más preocupado debía estar se mostraba la mar de contento. Pronto comenzó a trabajar los jines generados tras la poda.


    Luego se imponía la colocación de rafia en el tramo que se pretendía doblar. Ya sabéis, hay que ajustarla muy bien para surta efecto, apretándola lo máximo posible a cada vuelta que se da. Por supuesto tiene que haber sido humedecida previamente, de lo contrario no se ajusta bien y no realiza su función de la forma correcta.


    El alambrado no sólo incluía las ramas verdes, sinó también los jines de nueva factura. Es necesario que armonicen con el resto del árbol.


    Conforme voy avanzando en el relato de este taller una sensación sobrecojedora comienza a subir por mi espina dorsal...acabo de descubrir cual es el misterio de Choumi, el arma secreta que tenía a la vista de todos pero al tiempo oculta a la mayoría. No cabe duda, alguna razón tenía que haber detrás de tanta valentía, de
tanta determinación, de disfrutar del trabajo después de haberle "cortado la cabeza" al pino...macho, ¡así cualquiera!...tu llevas...



¡ LA CAMISETA DE SUPERMAN!


    Bueno, bromas aparte, el trabajo continuaba avanzando. Cuando se hubo terminado de alambrar el árbol Marco tomó de nuevo la iniciativa y comenzó a mover las ramas. Choumi le sujetaba la maceta para que la planta no se moviese. Se le veía feliz, el continuaba disfrutando de "su" taller...¡ bravo compañero, esa es la actitud correcta !


    Como siempre toda aventura tiene su final, llegando de este modo, al final de esta. El pino quedo modelado y el resultado final es el que os muestro en la siguiente tira de imágenes. Comienzo por el lado derecho.


    Lado izquierdo.


    La parte trasera...


    ...y por último el frente.


    Fijaos en como el jin apical o tenjin se ha modelado para que acompañe el movimiento de la copa. El jin intermedio de la derecha es un "capricho" de Choumi y al de más abajo se le ha colocado un tensor para que no fuese en contradirección. La verdad es que viendo el resultado final del trabajo quedan disipadas las dudas de algunos, un claro ejemplo de que hay que tener fe en lo que se hace y seguir el camino hasta el final, sin vacilaciones y estando seguros de nuestro trabajo... y si esto va acompañado por la guía de un experto, pues mejor que mejor.

    Espero que os haya gustado el reportaje, cuento con vosotros para la siguiente entrega. ¡Chiao!

2 comentarios:

  1. La sonrisa parece aquella de "ya que estoy aquí me divierto caiga lo que caiga", pero al final estaba justificada, un buen trabajo y bonito árbol.
    Muchas gracias por mostrarnos estas pequeñas maravillas, y por la forma de hacerlo.
    Un saludo. César.

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  2. En cuanto densifique un poco será una preciosidad.
    Enhorabuena al propietario y gracias por contarnoslo.

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