viernes, 18 de marzo de 2016

De palo a proyecto

COMENZAMOS

    Hacía apenas un año desde que el roble albar ( Quercus robur ), protagonista de la aventura de hoy, había sido recolectado. Corría ya el mes de marzo de 2.014 y, tras haberse asegurado el arraigue, era hora de comenzar a trabajar pensando en el futuro de la planta. Este árbol formaba parte de un pequeño grupo con un origen común. Con este, en concreto, no tenía pensado quedarme. No me parecía para nada agraciado, así que no le presté demasiada atención. El aspecto que presentaba hace dos años era el que os muestro en las siguientes fotografías.  

   










DECISIÓN DRÁSTICA

    Como queda de manifiesto el árbol no era para nada bonito: tramos muy rectos, cilíndricos, sin vegetación en las zonas que nos interesan, no lo convertían en el mejor candidato para su transformación en bonsái. Tan sólo la base,  bajo mi punto de vista, tenía algo de potencial, así que a ella iba a prestar mi atención. Os la muestro en detalle.


    El resto del ejemplar tenía un difícil aprovechamiento, así que decidí cortar por lo sano. Aprovechando que había unos pequeños brotes saliendo de la parte baja del tronco, tomé la sierra y corté por encima de ellos.


    Aquí podéis apreciar bien la magnitud de la parte sacrificada, más de la mitad del total del pequeño roble.




CORRIGIENDO MÁS DEFECTOS: LAS RAÍCES

    Había decidido poner en valor este árbol y no era posible realizar un buen trabajo sin pasar revisión al estado de las raíces. De este modo aprovecharía también para trasplantarlo. Al extraerlo del sustrato y tras una posterior limpieza, se aprecia claramente el siguiente reto: las raíces eran francamente feas. 



    Quería hacer un cepellón lo más plano posible así que, lo que se imponía, era reducir a la mínima expresión la raíz apical que aun conservaba. Era una operación de cierto riesgo, por lo que tampoco quería ser extremadamente agresivo llegados a este punto. De todos modos, sobre todo en material yamadori, hay veces en que no te queda otra que jugártela. Puedes conservar determinadas raíces para asegurar la supervivencia, pero sabemos que, a la larga, habrá que eliminarlas si queremos pasar el ejemplar a una maceta de bonsái. Así que eso fue lo que hice.



CULTIVO EN CESTA

    Al reducirle el cepellón me dí cuenta de que para nada iba a necesitar una maceta tan grande como la que tenía anteriormente. Tenía por casa algunas cestas de las que se utilizan para el cultivo de nenúfares y decidí echar mano de una de ellas. De este modo las raíces llegan a tener un desarrollo óptimo ya que están perfectamente ventiladas y drenadas. El aspecto del prebonsái ya había cambiado. Hay que ver lo que hace un simple corte de sierra, ahora ya sí había una base para trabajar.






EL TRABAJO DE ESTA TEMPORADA

    Desde el 2.014 que lo he puesto en la cesta, el ejemplar no ha parado de emitir nuevas brotaciones. Yo he ido seleccionado aquellas que me interesaban para el diseño. Las he ido alambrando y corrigiendo, rebajando el tocón superior, etc. Lamentablemente no he realizado fotos de este proceso lento pero contínuo. Sería que todavía no me creía que fuese a sacar nada de ahí.

    Estamos ya a principios de febrero de este año y tomo la decisión de continuar con su formación. Para ello me propongo volver a supervisar el estado de las raíces y, si las circunstancias son favorables, continuar con el proceso de reducción del cepellón. Pretendo plantarlo en una maceta japonesa de cultivo, pero ¡ a ver si es posible !.


    Extraer la planta de su anterior contenedor no resultó para nada complicado debido, en parte, a la mezcla granulosa que había utilizado hacía dos años. Por cierto, para los curiosos, ahí hay un poco de todo, se trataba de una mezcla de viejos sustratos reutilizados, así que para nada era un sustrato convencional. Eso sí, una cosa que me gusta añadir a los Quercus en general es un puñado de mantillo de robledal. Ayuda en el correcto micorrizado del vegetal, por venir cargado de esporas del hongo micorrizógeno.



    Como se puede observar en la instantánea inferior el desarrollo de las raíces ha sido más que satisfactorio. Era evidente que  precisaba un trasplante, aunque en un principio no era uno de los que tuviese en mi "lista de prioridades" para este año. Si os fijáis bien se ven las micorrizas, son estas manchas blanquecinas que aparecen repartidas por todo el cepellón.


    Volví a ser bastante drástico con la eliminación de raíces, ya veis que no me anduve con muchos miramientos, el hecho de estar perfectamente micorrizado me daba una seguridad extra.


    En el futuro aún tendré que corregir alguna de esas raíces fuertes que ven, pero de momento prefiero no arriesgar más. No me gusta lavar las raíces de las especies de esta familia y no lo hago nunca. Bajo mi criterio es siempre preferible que quede algo de sustrato viejo aherido a los capilares que dejarlo totalmente limpio, de este modo la micorrización no tendrá que comenzar desde cero.


    Ya plantado en su nueva maceta de cultivo. En este caso se ha utilizado una mezcla de pomice y akadama al cincuenta por ciento. La capa superior del sustrato está formada únicamente por akadama. Os muestro las fotos del estado final del roble.

Lateral derecho
Dorso
Lateral izquierdo
Frente
    Como se aprecia en las fotografías, algunos brotes no han sido alambrados. He llegado a comprobar que, en esta especie, los brotes muy finos tienden a secar si lo hacemos. Es necesario dejarlos engordar algo más para que toleren bien el alambrado, de lo contrario corremos el riesgo de perder muchos de ellos.

   La punta de la primera rama de la derecha se ha alambrado ligeramente hacia arriba y no se ha reducido su longitud. Esta técnica tiene como objetivo conseguir un aumento de calibre de esa primera rama que, a todas luces, debería ser la más potente del árbol. Cuando haya conseguido que engorde acortaré su longitud para ir trabajando entonces en lograr una mejor conicidad.

Frente
    Me dí cuenta, casi al final, de que no tomé ninguna foto con referencia comparativa. Afortunadamente eso tiene fácil solución. Como podéis observar este es el tamaño ideal para evitar los problemas de espalda, aunque uno se deja llevar y, ¡ ya se sabe !, de vez en cuando termina con algún armario empotrado formando parte de la colección.

    Le auguro un futuro bastante prometedor a este ejemplar, quizás en un periodo de cinco años ya de gusto mirar para él, aunque tardará al menos diez en llegar a su madurez como bonsái.



    Nuevamente llegamos al fin de una nueva incursión en "mi mundo bonsái". Espero que, si no habéis aprendido nada, al menos os hayáis entretenido con su lectura, cosa que siempre agradezco enormemente.

    Os espero a todos en la siguiente marea que, como siempre, promete nuevas emociones. ¡ No faltéis !

    Juan Liñares - "El Capitán".

viernes, 11 de marzo de 2016

Pequeño thumbergii

INTRODUCCIÓN

    Una subasta en un conocido portal de bonsái ha sido la causante de que llegase a mi colección el ejemplar del cual versará el relato de hoy. Se trata de un pequeño Pinus thumbergii con un tronco muy sugerente, que enseguida logró captar mi atención. Cuando, al fin, supe que había sido yo el ganador me alegré. Venía en una maceta japonesa de cultivo. Enseguida pensé en trasplantarlo, así que seleccioné otra redonda y de gres. Ha pasado más de un año desde entonces y el pino ha respondido muy bien. El pasado mes de febrero  rebosaba vigor, por lo que decidí remodelarlo. El aspecto que presentaba entonces era el que podéis ver en la fotos que ahora siguen:

Frente
Lado derecho
Dorso
Lado izquierdo
EL REMODELADO

    Naturalmente, en una intervención de estas características, lo primero que suele hacerse es una limpieza de agujas. Así que eso es lo primero que afronté. Parece mentira, pero con sólo esta operación el árbol cambia bastante. Incluso de color, diría yo. Por lo general se vuelve de tonalidades más claras que antes de eliminar la acícula vieja. Lo podéis comprobar en las siguientes fotografías.

Dorso
Dorso
Frente
    Como podréis deducir viendo la fotografía anterior, se aprovechó la ocasión para eliminar alguna ramita mal ubicada. Se aprecian las impresiones que ha dejado su poda.

    A continuación comienzo a alambrar el pino, haciéndolo, como es habitual, de abajo a arriba. La siguiente instantánea muestra las dos primeras ramas ya colocadas.



    Al tiempo que iba alambrando y colocando las ramas también les recortaba la acícula. Sé perfectamente que hay muchos aficionados que se muestran en contra de tal práctica, pero la realidad es que hasta en Japón es un procedimiento habitual en el cuidado de los pinos negros de tamaño pequeño. Da una mejor sensación de limpieza y orden. Cuando se aplica esta técnica para llevar un árbol a una exposición hay que procurar hacerlo en las vísperas de la misma. Si dejamos pasar muchos días se notarán las puntas de las acículas marrones, lo cual afea la composición.

    Siguiendo las pautas descritas en el párrafo anterior, continúo avanzando con el modelado hasta llegar al ápice del árbol. En ese momento el ejemplar lucía así:






¿ TRASPLANTAMOS ?

    Una vez finalizado el remodelado del pino, a todas luces se ve demasiado grande y pesada la maceta. En mi mente ya rondaba la idea de trasplantarlo, así que cogí algunas de las macetas que tengo en stock y que por tamaño podían servir. Seguidamente comencé a analizar cual de ellas podía sentarle mejor.



    La rectangular de la izquierda no era la adecuada: demasiado recia y masculina en comparación
con el fuerte movimiento del tronco.



    Esta rectangular de bordes matados y sin labio estaba mejor, ya no era tan rústica. Sin embargo aún seguía siendo algo masculina, amén de que sus paredes, casi rectas, parecían cortar el movimiento del tronco.



    Esta redonda se aproximaba mucho a la ideal, de hecho ya estaba plantado en una con esa forma, aunque de mayor tamaño. Si en el trasplante se respetase el actual nivel de plantación sería la maceta adecuada, pero el tema es que tenía pensado levantar algo más el ejemplar, para tratar de destacar todavía más la fuerte curva de la izquierda del tronco. Así que también fue descartada.



    Al final me decanté por usar esta otra maceta ovalada y con labio, pues daba el toque de feminidad justo y el labio, al levantar un poco el pino, también enfatizaría más la curva de la izquierda.



    Hasta hace algunas semanas esta maceta estaba ocupada por un pequeño Juniperus chinensis. Al cambiarle el tiesto, quedó este disponible y ahora le había llegado la ocasión de volver a ser utilizado.



    Las rejillas de drenaje ya colocadas...



    Y ya, sin más, plantamos el árbol en su nueva maceta. Finalmente conseguí levantarlo algo, como tenía pensado, ganando algunos centímetros de altura. Viendo las imágenes finales me da la sensación de que he acertado con la elección, de respetar el nivel de plantación anterior este tiesto se vería algo grande, tal vez, para el tamaño de la planta. Como siempre, finalizo la entrada con unas fotos del resultado final del trabajo.

Lado derecho
Lado izquierdo
Dorso
Frente
Frente
    Por hoy ha terminado esta nueva aventura en forma de artículo de bonsái. Este cascarón seguirá navegando mientras el viejo capitán tenga algo que contar de este fascinante mundo. El rumbo ya ha sido fijado hacia un nuevo destino. La mar no parece ofrecer una navegación plácida, pero ¿quién dijo miedo?, ¡ somos marinos rudos, curtidos en mil batallas ! ¿no?

    Juan Liñares - El Capitán

viernes, 4 de marzo de 2016

Forum 2.015. Parte II

LOS SUISEKIS

    En esta segunda parte dedicada a la exposición de  otoño que se celebró en el Forum Metropolitano de A Coruña, comienzo por mostrar los suisekis presentes en la misma. De muchos de ellos no estoy seguro de quien era el propietario por lo que, en los casos que sí lo sepa, pondré esa información como pie de foto. Hay que hacer hincapié en que la mayoría de las piezas que aquí podéis ver proceden de la costa coruñesa y que fueron recogidas personalmente por los propietarios de las mismas.





Propiedad de Francisco Javier Rey "Chisco"



Propiedad de Carlos Fernández


Propiedad de Alberto Baleato

Propiedad de José V. San Luís
Propiedad de Raúl Besada




DEMOSTRACIONES

    No es que hubiese una demostración programada, pero durante el transcurso de la tarde del sábado
un par de compañeros ofrecieron un pino cada uno para entretenernos mientras pasábamos el día. El primero de ellos es un árbol que estaba expuesto, pero al que no se le había hecho la limpieza de agujas. Necesitaba también una puesta a punto en cuanto al alambrado. Es una pieza que, como ya os comenté en la entrada anterior, pertenece a Luís Alberto Martínez.



    Como siempre lo primero que se impone es un análisis previo de la pieza. Es en este momento cuando se toman las decisiones que guiarán el trabajo posterior.


    Esta fotografía que sigue sirve de muestra de lo que debe ser, o de lo que nosotros creemos que debería ser, una exposición de bonsái con ánimo divulgativo. El hecho de trabajar entre el público hace que muchas personas se acerquen y pregunten detalles de lo que hacemos. Se trata de hacer llegar el bonsái a la gente, de crear afición, de generar cultura de bonsái, por eso, cualquier interrupción en este sentido debe ser atendida con la máxima diligencia y amabilidad ya que nunca sabemos donde puede haber un futuro gran aficionado.


    Un pequeño descanso para charlar con un buen amigo, José V San Luís. No tengo ni idea de lo que estábamos hablando, pero gracia sí es cierto que no debía hacer.


    El otro pino pertenecía al compañero Miguel Cepeda. Es de menor tamaño que el anterior, pero también tenía su gracia.


    De nuevo el análisis previo.


    Comienzan las primeras intervenciones. En este caso, antes de retirar la acícula vieja, se eliminaron las ramitas que no iban a entrar en el diseño, así evitamos pasar trabajo con vegetación que luego íbamos que eliminar.
  

    Comienza el alambrado en el otro pino.


    El propietario y yo mismo metidos en faena.
  

    Por la otra banda también el propietario del árbol y un compañero se pusieron a sacar la aguja vieja del ejemplar.



    En ocasiones como la que se relata, no sólo recibimos visitas de gente de a pie, sino que además solemos contar con la presencia de algún bloger como César Buxán, del blog http://cgbuxan.blogspot.com.es/


    Seguimos trabajando...


...mientras charlamos...

  
...interactuamos con los presentes...


...y cambiamos de un pino a otro para ir marcando pautas de trabajo. En este caso se estaba colocando un hierro para tirar de alguna zona del árbol que, de otro modo, no sería posible.


    Otro bloger que nos visita. En este caso es Pablo "Chián", que acudió puntual a su cita con esta muestra, de la cual es visitante fijo desde hace ya muchos años. Podéis seguirlo en su blog: http://chian-bonsai.blogspot.com.es/



    No es que acudiesen a propósito a ver la muestra pero, aprovechando que se encontraban en Galicia, también nos han venido a visitar los amigos catalanes Raúl Gisbert y David Ruiz.


    También Leo se quiso sumar a la fiesta y pronto se metió en faena.


    Ya estamos llegando a la parte final del alambrado, mientras Alberto Baleato también hizo acto de presencia.


    El otro pino también avanza en su modelado.


    Para alambrar más cómodamente el ápice tuvimos que bajar el árbol, sobre la mesa me quedaba demasiado alto. ¡ Uno que no ha crecido más !.


    Finalizado el alambrado comienzo a colocar las ramas.



    Y este es el resultado final del trabajo.  La rama que sale de la parte derecha del tronco, lo cruza por detrás y termina formando una masa de verde a la izquierda, ha sido objeto de debate. Que si sí, que si no, al final quien tomó la decisión de conservarla ha sido Luís Alberto, su propietario, básicamente porque le parecía que, sin ella, el árbol quedaría muy pobre.


    La foto final de familia:


    El otro pino no ha dado tiempo de terminarlo, lo cual lamento por vosotros y por el propietario. En casos como este, en el que la exposición se celebra en un edificio público con un horario de cierre, no pudimos prolongar un poco más la jornada. Hubo que recoger todo porque sino nos echaban igual. Siento, por lo tanto, no tener foto final del otro ejemplar.

    Hasta aquí la entrada de hoy, continuación de la anterior. Espero que os haya resultado entretenida y contar con vuestra presencia cuando el viejo capitán se vuelva hacer a la mar. Pronto llegará nuevamente la hora de partir hacia nuevos horizontes. Entretanto, brindo por vosotros ¡ Salud y larga vida !

    Juan Liñares