viernes, 26 de abril de 2013

Maderitas

INTRODUCCIÓN

    La historia que os traigo hoy tiene como protagonista a un Majuelo que puese a la venta en un conocido portal de bonsái. La verdad es que hubo algunas personas que se interesaron por él, pero al final no se concretó la venta.

    El ejemplar tiene una buena parte del tronco muerto y con detalles que, a todas luces, parecen interesantes. Mucha de esta zona seca todavía está "sucia", recubierta por corteza que se mantiene adherida a ella. En el momento de ofrecerlo no me pareció adecuado adecentar esa zona, pero la exposición pública es lo que tiene: algún aficionado argumentaba que el ejemplar le gustaba, pero que no sabría que hacer con esa madera sin limpiar. Y en eso trata el trabajo de hoy, en mostraros el proceso que se ha seguido y el resultado final.

    El aspecto que presentaba en el momento de ofrecerlo es el que se puede ver a continuación. Ya había brotado.




ENTRÓ CON FUERZA LA PRIMAVERA

    El Crataegus parece gozar de mucho vigor y buena prueba de ello es el gran crecimiento que ha experimentado en apenas un par de semanas. Ayudado por un buen programa de abonado el árbol muestra ahora este saludable aspecto.


    En Galicia llevábamos desde el otoño con lluvias contínuas. Estos días parece que nos ha dado un respiro el mal tiempo y comienza a lucir el Sol aunque, según las previsiones meteorológicas, por poco tiempo. Esto viene a cuento porque quería haceros notar la diferente tonalidad que presenta el árbol, la corteza y la madera muerta sobre todo, según esté el tiempo húmedo o seco. Volved a mirar las fotos anteriores para daros cuenta.

    Como os dije, una de las cosas que primero habría que hacer era eliminar las viejas cortezas adheridas a la madera muerta, mirad por ejemplo este jin.


    Esta zona, a medio camino del tronco, también está muerta, será también objeto de la intervención de hoy.


    Buena parte de la base del árbol también tiene madera muerta. En concreto, en la imágen que os muestro a continuación, la gruesa raíz que aparece en ella está llena de raicillas por la parte inferior, pero por arriba está seca. También habrá que aactuar a este nivel.


    Otro bonito jin que habrá que resaltar con la limpieza.


    Visto desde el lado contrario el árbol resalta más su exhuberante vegetación.


    En la zona viva también aparecen detalles intereante, como esta hoquedad en forma de hoyuelo.


   Otros detalles que también han de ser saneados:



EL TURNO DEL SANEADO

    Soy de la opinión de que cuando la madera que queremos resaltar es natural y de calidad lo mejor es no "estropearla" con herramientas eléctricas, que suelen dejar acabados un tanto artificiales, sobre todo porque suelen quedar rastros de la acción de las fresas. Bien es cierto, no obstante, que no en todos los casos basta con una intervención manual, a veces no queda más remedio que echar mano de las máquinas, sobre todo cuando hay importantes zonas a desvastar.

    En este caso, toda la madera que tiene este Crataegus tiene interés, así que trabajaré a mano. Para la eliminación de la corteza me he decantado exclusivamente por la utilización de una cuchilla especial, que he adquirido ya hace unos cuantos años y con la que me doy muy bien. Aquí estoy comenzando a retirar la corteza del tronco. 


    Las zonas que se van descubriendo tienen una tonalidad diferente a las que ya estaban expuesta a la intemperie.




    Todavía quedaban muñones sin tratar, restos de la poda de alguna rama.


   En este caso, simplemente se rompe con un alicate.


    Mientras la zona del tronco que había comenzado a pelar, va quedando al descubierto.


    También la zona alta dejaba al descubierto los tesoros que escondía debajo de la corteza.


    Otras zonas ya medio peladas por los elementos también destacan en este ejemplar.


    A ras de suelo la zona de retirada llega hasta por debajo del nivel del sustrato. Es necesario retirar parte de éste para continuar con el trabajo. El final del mismo siempre termina al encontrar vena viva.


    Y poco a poco el trabajo va llegando a su fín.





    Detalle de la base una vez pelada.


    Y el árbol de cuerpo entero.


    Algunos detalles antes de continuar.





    Hasta aquí el "rasurado a cuchilla", ahora había que darle una buena ducha para arrastrar los restos que han podido quedar adheridos.


    Y comienza una nueva fase, para la que vamos a necesitar un cepillo...


...que no falten una gafas de protección, en este caso un tanto "fashion"...


...y una pistola de agua a presión por impulsos.


    Nos colocamos las gafas y comenzamos a proyectar agua sobre la zona tratada para terminar de desincrustar los últimos restos.



    Tras esta última operación vuelvo a darle otra ducha al árbol. Siempre quedan minúsculos trocitos de madera y corteza que han sido proyectados incluso contra el follaje.


    Luego de dejar secar un rato, justo hasta que la madera esté húmeda pero no empapada, se le aplica el líquido de jin. Al tratarse de un árbol caduco yo suelo utilizar una disolución al 25%, no me gusta que quede tan blanco como una Conífera. El mismo día de la aplicación el tramo tratado preenta aún un velo blanquecino que no ha de durar mucho tiempo.


    Como véis, incluso así se aprecian los distintos matices qu presenta la madera, algo que a mi particularmente me gusta. No quiero en estas especies un blanco homogéneo que mate todos esos detalles.

AL DÍA SIGUIENTE

    Al trasncurrir un día entero, luego de asegurarme de que todo el polisulfuro ha secado, riego por primera vez la planta después del trabajo. Utilizo manguera e incido especialmente en la zona de madera. Después de esto la vuelvo a dejar secar. Es entonces cuando se aprecian plenamente todos los detalles.












    Y finalizo mostrándoos el ejemplar nuevamente al completo. Creo que el cambio ha sido impostante y que ahora sí que destaca esa zona de madera muerta, el principal atractivo de este Majuelo.


    Bueno, espero que os haya gustado la entrada de hoy sobre un trabajo tan específico, pero creo que podría ser interesante.

    Volveré a poner a la venta el ejemplar, espero que la madera no sea nuevamente un "handicap" en contra. De todos modos ahora que ya está limpito, si no consigo venderlo, ya no me importaría tanto quedarme con él, terminaría formándolo yo mismo.

    Os espero de nuevo cuando este viejo casacarón vuelva a surcar los mares del bonsái. ¡ No faltéis !

    Juan Liñares